No dejemos nada para nadie

Bien, no digamos nada.
Dejemos que el silencio nuble el caos que se avecina.
Enterremos las espadas y las caricias.
Nunca se ha visto cuerpo salir indemne de una cama.

Bien, bajemos la guardia.
Tú con tus demonios, yo con mis carencias.
Miénteme solo lo suficiente, solo un poco.
Que mi garganta acaba de incendiarse con lo que la asfixia.

Bien, deja que las lágrimas salgan.
Que sus ríos perezcan a lado del pecho.
Baja la mirada y olvida por un segundo de donde vienes.
Juro que tus palabras no serán usadas en tu contra.

Bien, tiremos la llave donde guardamos el pasado.
Que se pierda en donde yacen los viejos desamores.
Solo se necesita un momento dentro del cielo.
Para darte cuenta de que todo lo demás fue incierto.

Bien, matémonos de un tiro.
Un abrazo, un beso o un te amo.
No dejemos nada para nadie.
Que se pudra o renazca solo para nosotros. Y solo si así lo buscamos.

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