Fusión




Viejos sillones han tomado fuerza, coloreando el viento de una tarde manchada por café y un coqueteo. Arrastrándome dentro, mientras le pido al tiempo que se detenga detrás de aquellas gradas, para intentar calmar estas manos nerviosas que no saben que hacer en ese momento.

Y el tiempo se detuvo, solo por segundo, bajo el firmamento negro.

El viento ha jugado con su cabello, llevándolo lentamente detrás de esos ojos que se han robado un espacio dentro del cajón de los recuerdos. Recuerdos que se mezclan y bailan, uno a uno, en un vaivén de sensaciones que flotan y se quedan atrapadas en el cuerpo.

Y el viento se detuvo, solo por un segundo, bajo una canción azul cielo.

Cientos de piedras fueron testigos de ese instante, fugaz y bello. Y ahora, solo queda descubrir como poder transformarlo en algo duradero. Y si esto es un sueño, dejar que se quede ahí, quieto, mientras encuentro como volverlo eterno.

Así, el tiempo y el viento, podrán encontrarse en uno solo y dejarse llevar por un instante, fusionando sus labios en un infinito beso.

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