Hasta que nos dure

Ven,
vamos a querernos de a poco. Sin prisas. El tiempo ya ha pasado sobre nosotros, hiriendo el alma, dejando solo retazos de un corazón que se inflama de sueños diluidos, vapor de tequila y agua oxigenada.

Acércate,
no temas. Curémonos con olvido y besos. Besos de atardecer dormido, de media noche y buenos días. Sin decir nada, que sean los ojos los que hablen, cada pestañeo es un sí, cada parpadeo un tal vez. Y si acaso los cerramos, que nuestro aliento confunda los sentimientos y despeje la mente.

Despacio,
cada segundo cuenta, en este momento infinito, donde las manos se vuelven etéreas, queriendo rozar la piel de los labios, en un dulce vaivén de ser y no ser, de ir y no ir, de sentir y vivir. Los minutos se atesoran en el baúl de los quizá, donde todo florece y muere, porque no entendemos cómo hacerlo eterno.

Salta,
entrelazados los dedos, uno a uno, no te sigo, estoy a tu lado. Deja que el viento nos transporte a donde él quiera, no hay metas ni destinos, no hay nombres ni deseos perdidos. Solos tú y yo, flotando, cayendo, muriendo a cada momento, renaciendo.

Vive,
cada uno con sus demonios, deja que se conozcan y que engendren los propios, que se abracen y se consuman, que jueguen, que teman de lo que podemos ser. Deja que nos enredemos en uno solo, mi mano sobre tu cintura, tu mano sobre mi pecho, con un nudo en la garganta que se ha quedado suspendido, sin saber cómo ni cuándo.

Juega,
ríe, llora, brinca, ora. Que yo haré lo propio, cada quien en su rincón, en una misma habitación, en un mismo instante, juntos, sabiendo que estamos ahí, esperando a que se haga cada vez más pequeña, que nos arrastre al centro del torbellino, donde viven las sensaciones inaudibles, las copas de cereza y los juegos de mesa.

Cree,
y no forcemos nada, deja que el destino cierre los zapatos gastados, los libros abiertos y las miles de gotas de lluvia, que caen y limpian cada lagrima que ha llegado a las mejillas, besando la punta de los pies y los caminos que están por venir.


Por lo menos, hasta que nos dure.

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