Gélido

El viento frígido se ha cerrado frente mí,
borrando mis huellas, enterrando por siempre mis pasos por estos pasajes.
Apuñalándome la espalda, los brazos y la memoria.

Cientos de lobos danzan,
acechando, mordiendo.
Sin mayor placer que ver la piel desprenderse de mis huesos.
Manchando la pálida tierra, donde no crecerán más flores, árboles o sueños.

Caminar descalzo por este hielo no duele,
duele ver tu mirada posarse en otros campos.
Mientras, mis ilusiones solo piden un poco más de tiempo.
Y mi cabeza se hunde en la tormenta que se avecina cada noche.

Arrodillado frente a ti, mientras el viento aúlla en mis oídos,
observo tu silueta alejarse, cada vez más difusa.
Y, aunque el alma está componiendo su última sonata,
me es imposible no pensar que todo pasa. Que hoy no es mi terminal aliento.

Porque a pesar de estar aquí, postrado en la penumbra de mi existencia, estoy seguro de que podré renacer mañana, si es que los lobos no deciden seguirse mintiendo.


Comentarios

  1. Respuestas
    1. Que onda! Pues sigo trabajando, por lo que si me mata el puto virus, me iré como un gladiador.
      Y ya estoy terminando mi primer libro de debrayes, así que no me quejo.


      Dark

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