Una carta para Leo
16/06/2023
Faltan 14 días para conocerte. Y no sabes lo emocionados que estamos tus papás de verte. Nos imaginamos tu nariz, tu mentón, el color de tus ojos, si vas a tener el cabello de mamá o el ceño fruncido de papá. Cada día es y ha sido una aventura. Verte crecer en la panza de tu madre, poner mi mano sobre ella, sentir tus pataditas/otas, hablarte. Ha sido un viaje único.
Sabes, hijo, antes de saber de ti, tu mamá y yo hablamos de tenerte. No sabíamos si ibas a ser niño o niña, incluso si podríamos hacerte. Y una noche de noviembre, tu mamá salió del baño y dio la noticia: estaba embarazada de ti. Y recuerdo que ese día no supe qué hacer. Y aún hoy no sé qué hacer.
Cuando nos dijeron que ibas a ser niño, nos emocionamos. Solo queríamos que estuvieras bien, que no te enfermaras. Fuimos a que le hicieran estudios a tu mamá, para saber que estarías bien, con una doctora carísima de París. Me acuerdo de que hicimos como cinco ecografías para saber que ibas a ser, pero te escondías y cruzabas las piernitas. Tu mamá se enojaba, jaja, porque ya quería saber que comprarte y que nombre ponerte. Y cuando nos dijeron “niño” vi la cara de tu mamá sonreír como no te imaginas y eso para mí fue lo máximo. Lo llevo atesorado en el corazón.
Después de que por fin te dejaras ver el pizarrin, fueron muchas tardes de leer y ver nombres y lo que queríamos que significaran para ti. No teníamos muchos candidatos, pero tampoco ninguna combinación nos emocionaba como para llamarte así. Y al final, nos decidimos por Leo Maximiliano por dos cosas: Leo, un león, como tu madre. Fuerte, decidido, dormilón, justo. Y Maximiliano, un soñador, tenaz, dispuesto a dar todo, alegre. Como tu papá. Eso es lo que queremos enseñarte y que siempre tengas presente. Eres quien tú quieras ser, siempre acompañado de nosotros.
Hijo, no somos perfectos. He visto a tu mamá cansada, desvelada, adolorida, todo por qué tú estés bien, formándote completito, sin males y nada que te haga daño. Y yo solo la he acompañado dando todo lo que puedo, sabiendo que no es para nada suficiente. Pero hago lo mejor que puedo, créeme. No siempre podremos darte todo e incluso muchas cosas que esperas no podrán ser. Pero en verdad te digo que siempre haremos lo mejor para ti.
Me voy a equivocar incontables veces. Pero siempre recuerda que cada cosa que haga es porque creo que es lo mejor para ti, para tu mamá y tus hermanos. Muchas veces no voy a estar en tus festivales de la escuela y quizá me pierda los juegos de futbol o básquet o el deporte que quieras hacer. Pero es porque estaré trabajando, para que no les falte nada en casa.
Va a haber días en los que estaré cansado, estresado o molesto. Pero siempre puedes hablar conmigo de lo que sea, ya que siempre estaré para escucharte. No importa que tan mal haya sido mi día. Nunca dejaré de escuchar lo que tengas que decir.
Habrá días en los que mamá y papá estemos enojados: No es por ti. A veces, los adultos tenemos cosas que resolver y no quiero que te preocupes por ello. Lo resolveremos, ten confianza en ello.
Nunca le recrimines nada a tu madre. Ella te dio la vida. Ámala, respétala, dale mucho cariño. Abrázala y bésala siempre que puedas. Ella es la única persona que te amara incondicionalmente. Y confía en ella, hazle caso. A veces se va a enojar porque no haces caso, o la desobedeces. Es normal. También se cansa. Pero no pienses que es por ti, ella te quiere con toda su alma.
Hijo, te amo con todo mi ser. Cuento las horas para verte, estoy ansioso, contento, desesperado, feliz y dichoso. Has venido a revolucionar mi mundo, justo como mamá, cuando la conocí. No sabía que podía amar a alguien sin conocerlo y, sin embargo, aquí estoy, queriéndote desde hace meses, esperando tu llegada, sintiendo tus manitas, viéndote crecer desde que eras una ciruelita hasta que llegaste a ser un torpedo de melón. Hijo, siempre estaré aquí. Y cuando puedas leer esta carta, estaré a tu lado, siendo el mejor padre que pueda ser, a pesar de no saber nada. Junto a tu mamá, codo a codo, nuestra familia contra el mundo.
Tu papá, Alejandro.